Hace poco os hablaba, en clave de humor, de las distintas clasificaciones de homo runners existentes en la Naturaleza. Hoy vamos a tratar de identificar dentro de los runners de asfalto (runner asfaltus como decíamos en el anterior post), las distintas categorías existentes, eso sí, sin abandonar el humor.
Este post no hablará de genotipos ni fenotipos, ni de runners pronadores o supinadores, ni de velocistas o fondistas, … Vamos, que no esperéis un estudio concienzudo, ni mucho menos científico, aunque eso sí, nacido de la observación durante años de runner aficionado. Y una cosa más, todos, absolutamente todos, merecen mi reconocimiento. Calzarse unas zapatillas después de un duro día de trabajo, atender una familia y cumplir con el resto de compromisos diarios, me merece un gran respeto, independientemente de las marcas que logren (dicho sea de paso, las mías son bastante normalitas, por no decir mediocres).
Basta observar en cualquier tirada el resto de personajes que deambulan por la ciudad calzados con unas zapatillas, para identificar las distintas categorías de runners. Seguramente, nosotros mismos nos podemos clasificar dentro de alguna de las siguientes, o por qué no, en varias de ellas. La idea sobre este artículo me la dio Alberto Sicilia a raíz de un desafío que publicó en su blog Principia Marsupia (muy recomendable su lectura), porque rápidamente lo clasifiqué en una de estas categorías.
Clasificación de los distintos tipos de runners
1- El cachas
2- El pudiente Nunca antes había corrido, pero el primer día estrena zapatillas, ropa técnica, GPS y tecnologías varias. ¿Quién ha dicho que el running es el deporte más barato? Aquí van por lo menos 600 €. No está mal para el primer intento. Al día siguiente, vuelta a la normalidad, o sea, a no correr.
3- El friki o “notas”
Pongámonos en situación. Mes de julio, un día sí y otro también, runner con pantalón corto, y camiseta de tirantes, corriendo en sentido contrario a la marcha del tráfico por las calles más transitadas en hora punta, ¡y pulseras y cadenas de oro! Visto con mis propios ojos.
4- El obsesivo-compulsivo Da igual a la hora que salgas a la calle, te cruzarás con él corriendo. Algunos de ellos, de 52 semanas que tienen el año, corren 80 competiciones.
5- El cansino o del trote cochinero
No se sabe si anda o corre, porque su ritmo corriendo es inferior al que haría andando.
6- El indoor
Se sabe que corre, o por lo menos, se oye la cinta que tiene en casa, pero nunca se le ha visto corriendo en el exterior. Presume de ritmos que no pueden ser reales en asfalto.
7- El “acojonado” de la competición
Puede realizar grandes entrenos y con buenos tiempos, pero no los desarrolla en competición. Hay otra versión de esta categoría y es el que se resiste a probarse en competición, así no se enfrenta a sus miedos y a posibles frustraciones. A ver, si no te ganas la vida con este deporte, ¿qué miedo puedes tener a no alcanzar en esa prueba tu objetivo? ¿es que es la última carrera de la faz de la Tierra?
8- El “chandalero”
9- El inconsciente
¿Alguien dijo imposible? Sin haber corrido antes más metros que los que suponen el pasillo de su casa, se embarcan en retos prácticamente imposibles. Tienen dos salidas: conseguir el éxito en su reto (o casi), lo que supondrá tener un corredor para toda la vida; o abandonar al segundo entrenamiento después de sentir agujetas hasta en los párpados, lo que le supondrá la excusa perfecta para “saber” que correr no es un deporte adecuado para él.
10- El geek o gadgeto-móvil
¿Cómo va a salir a correr sin…? Sus gafas polarizadas anti-vaho con MP3; GPS sumergible (sumergible ¿para qué?) con altímetro, termómetro, calorímetro y brújula; podómetro; pulsómetro; … Si el gadget finaliza con el sufijo -metro, entonces es para él.
11- El enciclopédico
Da igual si lo preguntas o no, él te lo dirá. Solo con mirarte a la cara, sabe si eres pronador, supinador o neutro, la bebida energética que te favorece y la ingesta adecuada por Km; a qué se debe el pequeño dolor que sientes en la rótula, en el tendón de Aquiles o el sóleo; qué tipo de estiramiento es el más adecuado para tu morfogénesis; …
12- El solitario u onanista
Dice correr mejor solo que acompañado. Bueno, está claro, como todo, depende de quien sea la compañía. Pero reconócelo, no tienes amigos runners o tu nivel es patético, por eso sales solo.
13- El “picao”
Siempre en grupo, pero siempre en primer lugar. Ni se te ocurra adelantarle. Aunque tu ritmo sea de 5 min/km, terminarás corriendo a 3 min/km cuando vayas con él. Hay otra versión de éste, y es el runner que hace un sprint impresionante en los últimos 50 metros a meta para superar al que entra en la posición 3257, como si ser el 3256 te diese un pase a una final.
14- El futbolero
Su modo de correr es inconfundible. Puede venir a 1 Km de distancia, que se le reconocerá por sus trazas: arrastre cansino de sus piernas, como si lo de correr no fuera con él.
15- El agónico
Sus jadeos hacen pensar que no aguantará 5 metros más, pero no te equivoques, correrá más que tú y todo el tiempo irás sufriendo pensando que le va a pasar algo. Le preguntarás 20 veces durante el entreno si se encuentra bien, a lo que no te contestará porque está muy ocupado jadeando, lo que te preocupará todavía más.
16- El modelito
¿Habéis visto las portadas de muchas revistas de running con corredores con una sonrisa de oreja a oreja, sin una pizca de sudor y sin una muestra de cansancio en su rostro? No se lo digáis a nadie, pero yo no tengo amigos corredores tan guapos y pulcros.17- El “fosforito”
Verlo correr por la ciudad te hace plantearte si estás dentro de lapelícula Tron, o es él quien ha salido de ella. Hasta las uñas llevan reflectantes.
18- El nostálgico
Puedes correr con una camiseta de algodón que lleve impresa ‘Yo fui finisher de la media maratón de Albacete en 1993′ o con una camiseta de Naranjito del 82, lo cual está muy bien pero demuestra que tienes algo más que apego a las cosas. Por favor, en el 94 tendrías que haberle dado uso para limpiar los cristales. Ya, ya sé que te trae recuerdos porque hiciste tu mejor marca, pero han pasado más de 20 años y tu forma no es la misma que entonces.
19- El tramposete
Hay dos versiones: el runner que todos los entrenos son espectaculares y de calidad, como si no hubiera días que no andas ni con gasolina; y el runner que se alían siempre todos los elementos contra él (“he notado un pinchazo”, “las zapatillas me hacen daño”, “he salido muy fuerte en los primeros kilómetros”, …)
20- El social media
Después del entreno, y siempre antes de la ducha (no, no puede esperar a después), tiene que publicarlo en Twitter, Facebook y Google+. Y si además usa aplicaciones de actividades deportivas tales como Endomondo, Sports Tracker, RunKeeper o similares, mejor, más difusión a su hazaña, con gráficos de pasos por kilómetro, altimetría, frecuencia cardíaca, etc..
21- El mirón = antirunnerOjo porque éste es muy peligroso. Desde su calidad de “entendido” es capaz de opinar cuando debería haber tirado o reservado un corredor, si debía meter más velocidad o más kilómetros en sus entrenamientos, … Hay dos subcategorías: el mirón de acera (se sitúa en ésta a ver pasar los corredores), y el mirón de sofá-salón (a ser posible con cerveza incluida).
Bueno, espero que si te has identificado con alguna de estas categorías no te hayas ofendido. Yo he hecho la prueba, ¡y paso por 5 de ellas! ¿Y tú? ¿Se te ocurre alguna más? Déjanos tu comentario.
Autor: Sergio Martínez
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