viernes, 4 de enero de 2013

Sudando Tinta



Si no entrenas, te falta algo y no te sientes bien. Es psicológico, pero también es químico. Estás enganchado a las endorfinas, a las moléculas de la felicidad, nuestros “opiáceos endógenos”, es decir, producidos por nuestro organismo, que nos hacen sentirnos pletóricos y también nos producen un efecto analgésico y sedante. Pero..¿es bueno?.

Javier González Pérez, médico licenciado en Universidad de La Laguna y especializado en Medicina Deportiva por la Universidad de Córdoba, ha ahondado en el análisis de muchas de las obsesiones que marcan a los deportistas aficionados entre los 30 y los 50 años, algunas de ellas tan graves que han acabado en divorcios y en otras afecciones a su entorno.

Fruto de ese estudio, y de sus propias experiencias, es el libro "Sudando tinta", que ha salido recientemente a la calle y en el que, en 52 relatos ficticios y muy literarios, aunque basados en casos y situaciones concretas, ejemplifica muchas de esas dañinas obsesiones.

"La inmensa mayoría de las personas que deciden hacer deporte (de 5 a 15 o 20 horas semanales) en esa franja de edad pasan por uno o hasta tres años de obsesión que les afecta a otras facetas de la vida, que acaban diluyendo o distorsionando. Así, se llega a engañar a la pareja sobre el precio de una bicicleta adquirida, se compran hasta 20 calzados diferentes o cinco bicis, se crean esclavitudes alimenticias y otras obligaciones que solo se frenan de forma fortuita, normalmente con una lesión, si bien al principio también cuesta mucho aceptar la imposibilidad de correr o realizar determinada actividad".

El autor diferencia entre las obsesiones femeninas, mucho más centradas en el aspecto y la apariencia corporal, y las masculinas, más relativas a la resistencia, la competición y la musculatura. Según denuncia, algunas de estas obsesiones están en el origen del uso de sustancias dopantes, sobre todo EPO y hormonas esteroideas. Además, indica que son mucho más habituales en deportes individuales que en colectivos.

González, que ha participado en dos ocasiones en la maratón de San Sebastián, así como en cinco pruebas Ironman, detalla estos casos en 52 relatos con títulos como "Miguel El Araña", "La valeriana", "Mi primera vez" o"En qué pienso cuando corro".

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